Cáncer de Garganta: Sintomatología, Factores de riesgo y Tratamiento

El cáncer de garganta es un tipo de cáncer de cabeza y cuello. Se lo denomina de diferente manera según la parte de la garganta esa afectada.

Las partes de la garganta se llama orofaringe, hipofaringe, nasofaringe y laringe.

Síntomas

• Dolor de garganta persistente.

• Dificultad para tragar (disfagia).

• Bultos en el cuello.

• Pérdida de peso inexplicada.

• Mal aliento persistente (alitosis).

• Tos persistente.

Los principales factores de riesgo del cáncer de garganta son el tabaquismo y el alcoholismo. Existen otros tipos de cáncer que tienen otros factores de riesgo. Por ejemplo, tener VPH es un factor de riesgo del cáncer orofaríngeo.

Factores de Riesgo

• Tabaquismo.

• Consumo excesivo de alcohol.

• Infección por el virus del papiloma humano (VPH).

• Exposición a sustancias químicas (como el asbesto).

• Historia familiar de cáncer.

Diagnóstico

• Examen físico.

• Endoscopia para ver la garganta.

• Biopsia de cualquier tejido anormal.

• Imágenes (como TAC o resonancia magnética).

Tratamiento Médico

• Cirugía para extirpar el tumor.

• Radioterapia.

• Quimioterapia.

• Terapia dirigida o inmunoterapia en algunos casos.

Estrategias Nutricionales

El cáncer de laringe o de hipofaringe y su tratamiento en ocasiones pueden provocar problemas como dificultad para tragar, sequedad de boca e incluso pérdida de dientes. Esto puede dificultar la alimentación, provocando desnutrición, lo que provoca pérdida de peso y debilidad.

Para ayudar al paciente a mantener la fuerza y apoyar el sistema inmunológico, se debe realizar:

• Comidas pequeñas y frecuentes: Facilitan la ingesta si hay dificultad para comer.

• Consumir alimentos suaves: Opta por purés o sopas si la deglución es un problema.

• Suplementación: Consulta con un profesional sobre la necesidad de suplementos nutricionales.

 Tratamiento Nutricio

Los nutrientes esenciales son necesarios para que el organismo funcione correctamente, lo obtenemos por medio de la dieta:

Proteínas: Ayudan en la reparación y fortalecimiento de tejidos. Consumir carnes magras, huevos, legumbres y lácteos.

Hidratación: Estar bien hidratado, especialmente si tienes dificultades para tragar. Considera líquidos claros o tipo puré.

Vitaminas y Minerales: Frutas y verduras ricas en antioxidantes pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo.

Es crucial trabajar con un dietista especializado en oncología para un plan adaptado a tus necesidades.