Cólicos renales: causas, tratamiento y prevención.

jueves, 11 de julio de 2024  |  Oncoprevec

El cólico renal o cólico nefrítico es un tipo de dolor muy intenso, que se produce por la obstrucción de la salida de orina del riñón, aparece en zona lumbar, parte inferior de la espalda, irradiándose al abdomen y zona genital. Es un dolor intermitente que no calma adoptando ninguna posición y que al pasar de las horas se vuelve más agudo y persistente, también se puede asociar a nauseas vómitos, aumento de la frecuencia cardiaca y fiebre.

No se conoce una causa exacta que nos diga cómo se llegan a formar este tipo de piedras, pero si suelen relacionarse a la genética y a la falta a la ingesta de líquidos, independientemente de la edad o género de la persona.

Para poder llegar a su tratamiento es importante llevar una buena clínica y diagnostico; entre ellos el análisis de sangre, ecografías directas reno-vesical, tomografía o resonancias es de vital importancia para su correcta terapéutica.

¿Cómo lo tratamos?

Dependiendo del tamaño del cálculo, existen distintos métodos invasivos o no para el paciente.

  • El uso de antiinflamatorios, abundantes líquidos (hidratación) y bloqueadores alfa adrenérgicos ayudarán a la relajación de los músculos de la uretra, facilitando la expulsión del mismo.

  • En caso de que los cálculos sean de gran tamaño, la litotricia ureteral endoscópica, procedimiento quirúrgico de mínima invasión, que por medio del ureteroscopio, fragmentan los cálculos y los retiran por medio de pinzas o canastillas, facilitando su recuperación post operatoria e incorporación a la rutina habitual del paciente.

La mayoría de los cálculos renales que ocasionan los molestos cólicos, no requiere un tratamiento quirúrgico. Es por eso que el cambio en el estilo de vida es una forma de prevenirlos. Si eres una persona con antecedentes de presentar cálculos renales:

  1. La ingesta de líquidos tiene que ir en relación a la cantidad de orina que excretas durante el día. (Se recomienda expulsar 2 litros de orina al día; tú médico o profesional de cabecera puede ayudarte en el control y ver si estás ingiriendo la suficiente cantidad de agua que necesita tu cuerpo).

  2. Consumir menos alimentos ricos en oxalatos; entre ellos la remolacha, espinacas, acelgas, té, chocolates, y productos ricos en soja, sin olvidar una dieta baja en sal.

  3. Consumir alimentos ricos en calcio, pero ten cuidado con sus suplementos. Si bien es cierto que el consumo de calcio dentro de las comidas es de vital importancia para tu cuerpo, el consumo excesivo de los suplementos, puede ser un factor que ayude al crecimiento de los mismos.

Por estas razones, es recomendable llevar un control con tu médico y nutricionista con el fin de que puedas llevar un mejor cuidado de tus riñones y un plan de alimentación adecuado para tu salud.

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Comentarios

Gabriela  |  11 jul 2024

Gracias por la información 👍

Andrea   |  11 jul 2024

Me gusto mucho la información de este artículo.

Ericka  |  11 jul 2024

Excelente artículo informativo

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